lunes, 10 de agosto de 2009

SOBRE LAS TABLAS


Foto: Mr.jeje

Rosa Wunder, aún de pie

Cuando las luces parecían apagarse, la primera actriz de teatro peruano volvió a escena con la obra Los árboles mueren de pie. Ahora, con 59 años de carrera, su aporte y talento han sido recompensados con el reconocimiento del público. Sin embargo, pocos saben acerca de lo que se esconde tras el telón de la artista.
Es imposible no enternecerse ante su generosidad, sencillez y dulzura. Con voz afable y gentiles gestos nos invita a pasar a su casa a disfrutar de una amena tertulia a la hora del té. No es necesario repreguntarle para sacarle información, su forma de ser la hace mostrarse tan expresiva y natural que llega a sumergirnos en una fluida confidencia amical sazonada con reflexiones y sonrisas.

«¿Se sienten cómodas?», pregunta mientras suena el teléfono. Un magacín local la llama para concretar una entrevista. «Está pedida». A sus 83 años no esperaba tal atención por parte de los medios de comunicación. Se sorprende, pero sabe que aquella aceptación se debe, además de su destreza nata para la actuación, al resultado de su profesionalismo y perseverancia.

Historia para ser contada
Quizás el haber quedado huérfana de madre a los dos años la convirtió en una niña distinta a las demás. De su infancia recuerda la soledad, la ausencia de juegos y muñecas, interminables lecturas en casa de sus tías y ocho años en un internado de monjas francocanadienses.

A pesar del ambiente, la escuela no fue una carga para ella. Había aprendido a leer a los cuatro años. Disfrutaba mucho de dicha actividad. Se terminó leyendo la vida de todos los santos, la historia universal y del Perú completas. «Siempre tuve ese afán de aprender», dice como mirando al pasado, buscando descifrar aquello que la diferenciaba de las demás chicas. Quizá fue ese «afán de aprender» el que la convirtió en una mujer brillante y lúcida a pesar de sus años.

Y todo comenzó así…
«Empecé a trabajar en el ambiente artístico de modo imprevisto, a los 24 años. Una amiga quería conocer a un cantante argentino que se iba a presentar en radio Atalaya y me pidió que la acompañara. Acepté. Al término se me acercó el director de la emisora y me preguntó si estaba interesada en participar en la locución. Me reí, pero después de 40 años, tiempo que duré ejerciendo esta actividad, me di cuenta que esa había sido una de mis vocaciones», cuenta entusiasmada, Rosita, como gusta que la llamen.

Participó en comerciales, animó programas e interpretó a diversos personajes en radioteatro. Un día su esposo, al escucharla en una de las obras, le propuso explotar esa ‘madera’ que tenía como actriz. “¿En un escenario, dices? ¡Ni hablar!”, le respondió. Sin embargo, después de muchas negativas, aceptó.

Primer acto
A los 31 años debutó en el Teatro de la Triple A, obteniendo, de entrada, papeles protagónicos. También formó parte del Club de Teatro de Lima, en donde se formó profesionalmente como actriz participando en obras como “La más fuerte”, “Tres historias para ser contadas” y “Agnes de Dios”, todas bajo la dirección de Reynaldo D’ Amore, reconocido actor y director quien en aquel entonces estaba al mando de la escuela.

Con sus 59 años de trayectoria, se ha codeado con reconocidos artistas como Carlos Gassols, Elvira de la Puente; Regina Alcóver y Cecilia Toso. Con las dos últimas participó en la obra “Perdidos en algún lugar”, bajo la dirección de Osvaldo Cattone en el Teatro Marsano. Además ha actuado junto a actores jóvenes como Katia Condos y Diego Bertie, en la telenovela “Cosas de amor”, en el año 2000.

De vuelta a escena
Después de veinte años alejada de las tablas, Rosita volvió con “la abuela” de «Los árboles mueren de pie». En aquella oportunidad, compartió su experiencia con jóvenes actores y directores. «El haber estado rodeada de gente joven y optimista, e interpretar un papel que a mi edad toda actriz quisiera hacer, me han convertido en la mujer más feliz del mundo», cuenta emocionada, mientras narra algunos pasajes transcurridos tras bambalinas.

Ella es Rosa Wunder, uno de los ejemplos más claros de
fortaleza, inteligencia y constancia. Nuestra consagrada actriz se despide, no sin antes compartir con los jóvenes, una sabia frase que su padre le solía repetir ante momentos de angustia y difícil decisión: «No te dejes ganar por las cosas, las cosas no piensan, tú sí», finaliza
DATOS
-A Rosa Wunder le gusta más dirigir que actuar.
-Fundó su propio café teatro “Las Máscaras” en 1972, donde dirigió a artistas de la talla de Martha Figueroa y Edgar Guillén.
-Se casó cuatro veces. De su segunda relación nació el conocido actor Gustavo Bueno.
Ver entrevista a Rosa Wünder del programa Presencia Cultural:
http://www.presenciacultural.com/blog/2008/07/19/video-rosa-wunder-primera-actriz/

1 comentario:

  1. No sabia bien en que post dejar mi coment de apreciacion general sobre este hermoso blog tuyo :) así que decidí hacerlo en el primero, que me parece uno de los mejores reportajes que he visto. Wow Miriam, que bien escribes! felicitaciones! Eres incluso mucho mas seria y comprometida de lo que ya me parecias (mucho mas que yo incluso je je) Sigue así, los cortos que has posteado tambien estan bravazos, mañana revisare tu otro blog arquitectonico y seguro tambien lo disfrutaré chequeando. Vi el de poesia en bacinica je je je (alli deje su respectivo coment tambien) Me alegro tanto que estes en mi elenco :)

    ResponderEliminar